El Ser de un hombre es su estado interior o
psicológico.
El Ser de un hombre dormido es su estado de
pluralidad de puntos de vista o yoes, que en su mayoría se
contradicen entre sí.
Con este ser es muy difícil adquirir un
conocimiento como un todo orgánico porque será tomado por diferentes partes de
ese ser y cada parte lo juzgará a su manera debido a lo cual este conocimiento
en ese ser carecerá de aceptación unánime.
Pero si uno adquiere un Yo único, no habrá
contradicciones y será más fácil adquirir más conocimiento y comprensión porque
todas las partes que componen la unidad tendrán el mismo propósito; entender
más y comprender más de ese mismo conocimiento.
Con este Trabajo uno adquiere conocimiento para
estudiar la clase de ser que se tiene para poder cambiarlo.
Nuestros juicios ordinarios sobre los eventos de
la vida no son inteligentes, no nos conducen en la dirección adecuada. Es
preciso que veamos lo que no vemos ahora, y dejar de ver lo que ahora vemos y
para eso tenemos que aprender a pensar de modo diferente.
Esto es algo que demanda un gran esfuerzo pues
estamos habituados a tomar las cosas de la vida de cierta manera y es difícil
tomarla de una manera nueva.
Nos hemos acostumbrado a pensar que mañana será
otro día, es decir, que podrá ser diferente a hoy, pero aunque las
circunstancias y los lugares sean diferentes al día anterior, sin ser
conscientes de ello, nuestras reacciones ante los mismos eventos que se
reiteran día tras día, serán exactamente las mismas que las del día de hoy, de
hace una semana, un mes o un año.
Es dificilísimo liberarse de esta ilusión de que
las cosas pueden suceder de distinta forma sin un cambio en nuestra manera de
tomar la vida.
No entendemos que no son los eventos mismos los
que nos hacen daño, sino nuestros inculcados puntos de vista sobre ellos.
Ahora bien, no pensar negativamente no quiere
decir que uno piense siempre positivamente. En el caso de las emociones
negativas y del daño que nos hacen no se puede ser positivo respecto de ellas.
Tenemos que formar en nuestra mente una actitud
positivamente negativa hacia las emociones negativas.
Esta actitud no puede formarse en un momento de
fuerte identificación con un evento equis. Debe formarse antes o después de
un estallido emocional.
Es en los momentos en que nada ocurre cuando es preciso pensar sobre lo dañinas que son para
qué, muy gradualmente, los arrebatos emocionales puedan ser controlados por la
actitud intelectual correcta.
El pensamiento es más permanente en el tiempo que
las emociones, de manera que si uno logra formar una actitud permanente
positivamente negativa hacia las emociones negativas, esta actitud creará en el
centro emocional sentimientos de rechazo hacia las emociones negativas y el
centro emocional mismo comenzará a luchar también contra ellas.
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