domingo, 28 de abril de 2019

¿Comienzo o Recomienzo?




Jamás se ha podido observar a un pueblo en estado salvaje puro. Aún los pueblos más primitivos que es posible estudiar al presente, poseen una lengua y rudimentarias formas de simbología gráfica.

Al mismo tiempo, los resultados de las investigaciones de la mitología comparada permiten comprobar que todos esos pueblos conservan tradiciones orales acerca de una antiquísima edad heroica en la cual, invariablemente, los hombres de ese período legendario habitaban en ciudades fabulosas, y eran poseedores de poderes extraordinarios y de armas de un asombroso poder devastador. 

Por lo general, todos estos relatos quedan sin esclarecerse y son dejados de lado por considerárselos como simples ficciones, pero la llamativa coincidencia respecto a la existencia de edades de oro en las narraciones procedentes de pueblos con costumbres y usos muy diferentes y a menudo separados por grandes distancias geográficas, deja entrever la probabilidad de que en realidad estos relatos se refieren a una crónica sobre una extinta civilización anterior provista de un alto grado de desarrollo científico y tecnológico.

La prehistoria no puede considerarse ya como una etapa de pleno salvajismo del hombre. El estudio de los vestigios de la llamada Edad de Piedra, nos muestra la existencia de un arte religioso dotado de una inesperada y sorprendente fuerza psicológica que de ninguna manera puede atribuirse a un período inaugural de la humanidad en estado de barbarie absoluta.

El hecho de que las obras artísticas del período paleolítico muestren evidencias de una neta superioridad sobre las del neolítico, puede ser un indicio de que las obras del período paleolítico conservaran una mayor influencia de una precedente civilización por su proximidad histórica al momento de su desaparición.

Desde este punto de vista, es altamente probable que la historia de la humanidad sea mucho más larga de lo que oficialmente se reconoce, y por lo tanto, lo que hoy se considera como prehistoria, sea en realidad, no el principio de la humanidad actual, sino los restos de la decadencia y ruina de una humanidad anterior.
Esto es algo para pensar.



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