martes, 16 de abril de 2019

La observación de sí y el propósito de Trabajo


En este Trabajo se ha de tener un propósito, un objetivo a cumplir.

Decir que el propósito es despertar no significa nada.

El propósito tiene que ver con aquello que uno ha observado de sí mismo durante largo tiempo; cierta actitud, cierto hábito de pensar que haya persistido a lo largo de su vida y que haya sido la causa de mucho sufrimiento inútil, día tras día, mes tras mes, año tras año.

Si se lo descubre, se podrá definir el propósito.

De manera que proponerse obtener algo sin definírselo a sí mismo no es serio.

Por ejemplo, un hombre quiere ser libre. Este es un propósito, pero para ser libre primero tiene que saber en qué es esclavo, de lo contrario no sabrá de qué librarse.

El propósito se vuelve claro cuando ya se sabe qué es lo que se debe obtener.

La observación de sí es pues una herramienta muy importante porque nos muestra lo que obra en nosotros de manera imperceptible para nosotros mismos.

Nos permite saber en qué somos esclavos y este saber nos hace conscientes de la necesidad de tener un control interior.

La observación de sí es el comienzo de la libertad.

Mientras no se sabe nada sobre la observación de sí ni de lo que ella pone en evidencia sobre nuestros estados interiores, se puede filosofar acerca de la libertad, pero cuando uno sabe con total certeza que no es libre, ciertamente que no se conformará simplemente con filosofar.

Nadie puede ser libre sólo con palabras.



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