viernes, 12 de abril de 2019

Sobre el cambio de sí


El Ser de un hombre es su estado interior o psicológico. El Ser de un hombre dormido es su estado de pluralidad de puntos de vista o yoes, que en su mayoría se contradicen entre sí.
Con este ser es muy difícil adquirir un conocimiento como un todo orgánico porque será tomado por diferentes partes de ese ser y cada parte lo juzgará a su manera debido a lo cual este conocimiento en ese ser carecerá de aceptación unánime.
Pero si uno adquiere un Yo único, no habrá contradicciones y será más fácil adquirir más conocimiento y comprensión porque todas las partes que componen la unidad tendrán el mismo propósito; entender más y comprender más de ese mismo conocimiento.
Con este Trabajo uno adquiere conocimiento para estudiar la clase de ser que se tiene para poder cambiarlo.
Nuestros juicios ordinarios sobre los eventos de la vida no son inteligentes, no nos conducen en la dirección adecuada. Es preciso que veamos lo que no vemos ahora, y dejar de ver lo que ahora vemos y para eso tenemos que aprender a pensar de modo diferente.
Esto es algo que demanda un gran esfuerzo pues estamos habituados a tomar las cosas de la vida de cierta manera y es difícil tomarla de una manera nueva.
Nos hemos acostumbrado a pensar que mañana será otro día, es decir, que podrá ser diferente a hoy, pero aunque las circunstancias y los lugares sean diferentes al día anterior, sin ser conscientes de ello, nuestras reacciones ante los mismos eventos que se reiteran día tras día, serán exactamente las mismas que las del día de hoy, de hace una semana, un mes, un año o 20 años.
Es dificilísimo liberarse de esta ilusión de que las cosas pueden suceder de distinta forma sin un cambio en nuestra manera de tomar la vida.
No entendemos que no son los eventos mismos los que nos hacen daño, sino nuestros inculcados puntos de vista sobre ellos.  
Ahora bien, no pensar negativamente no quiere decir que uno piense siempre positivamente. En el caso de las emociones negativas y del daño que nos hacen no se puede ser positivo respecto de ellas.
Tenemos que formar en nuestra mente una actitud positivamente negativa hacia las emociones negativas.
Esta actitud no puede formarse en un momento de fuerte identificación con un evento equis. Debe formarse antes o después de un estallido emocional.
Es en los momentos en que nada ocurre cuando es preciso pensar sobre lo dañinas que son para qué, muy gradualmente, los arrebatos emocionales puedan ser controlados por la actitud intelectual correcta.
El pensamiento es más permanente en el tiempo que las emociones, de manera que si uno logra formar una actitud permanente positivamente negativa hacia las emociones negativas, esta actitud creará en el centro emocional sentimientos de rechazo hacia las emociones negativas y el centro emocional mismo comenzará a luchar también contra ellas.


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