lunes, 4 de marzo de 2019

Los acontecimientos de la vida externa y la enseñanza esotérica



En este Trabajo se dice que debemos aprender a tener puntos de vista correctos sobre los acontecimientos externos. Debemos aprender a juzgarlos sin ponernos a favor o en contra sino desde su conexión con nuestro posible desarrollo.

En cualquier momento ciertos acontecimientos externos en una escala muy grande pueden afectar toda nuestra vida. Pueden ser acontecimientos políticos, económicos, financieros o militares o una conjunción de todos estos acontecimientos.

Ahora mismo, seamos conscientes de ello o no, están ocurriendo grandes cambios en el mundo que incidirán en nuestra vida de un modo u otro.

Es de esperar que haya personas que verán esos cambios de una manera optimista y otras que los verán de una manera negativa. De todos modos, eso no alterará las cosas, porque cuando se es positivo hacia algo, se es negativo a todo lo que se opone a eso que se considera positivo y viceversa.

Un justo punto de vista sobre los acontecimientos de la vida social debe fundarse sobre cierta comprensión de su utilidad o inutilidad para la evolución de sí, esto es, para el desarrollo de la conciencia.

Esto no significa ser indiferente a lo que suceda en el mundo pues hay muchas cosas en esta época que es imposible que no nos preocupen. Pero al no considerarlas como determinantes para nuestra posible evolución, podemos no identificarnos con ellas hasta el extremo de que nos hagan perder el rumbo.

Por otra parte, es preciso comprender la inevitabilidad de ciertos acontecimientos. Así, como en nosotros hay muchas cosas que están equivocadas, también en los acontecimientos de la vida externa hay muchas cosas que están equivocadas y tanto los que dirigen esos acontecimientos, como los que no pueden hacer otra cosa que limitarse a sufrir sus efectos viven una vida irreal y en este sentido, debemos entender que la casi totalidad de lo que acontece en la vida, es irreal.

Por medio de esta enseñanza podemos aprender a determinar qué es trascendente y qué no es trascendente, a definir el bien y el mal del mundo de acuerdo con nuestro Trabajo. Los sucesos desmesurados, los sucesos gigantescos, pertenecen a la escala de la vida externa.

Nuestro Trabajo pertenece a otra escala enteramente diferente y no ocupa un lugar desmesurado ni gigantesco en la vida ordinaria. Por el contrario, su lugar en la vida cotidiana de las gentes es prácticamente insignificante, pero, al mismo tiempo, es lo más significativo e importante para aquellos que lo valoran.

De manera que tenemos que continuar adelante haciéndolo todo por nuestros propios medios y sin aguardar ninguna ayuda de la vida. Necesitamos entender que lo que hoy es progreso, mañana puede ser decadencia, que lo que hoy es orden en cualquier momento puede trocarse en salvajismo y barbarie porque los acontecimientos del mundo están en manos de personas que no piensan desde lo que enseña este Trabajo.

Si ciertos acontecimientos tornan imposible la vida habitual, la escuela se torna imposible.

Es una gran equivocación pensar en los momentos actuales como si fuesen iguales a otros momentos de la Historia. Ahora existen dificultades excepcionales, obstáculos que no existieron en otras épocas y hasta donde es posible ver, no puede esperarse otra cosa que un incremento de las dificultades.

Sin embargo estas dificultades no podrán desarrollarse más allá de cierto grado, porque cuando se trascienden ciertos límites un proceso de aumento de dificultades se vuelve algo imposible. 

Entonces el proceso se destruye.

Si en el momento de la destrucción estas dificultades abarcan una escala muy grande de la vida ordinaria, la destrucción de la vida será equivalente a esa escala.

Por esta razón es que no debemos creer que lo que hoy no hacemos, lo podremos hacer mañana, porque tal vez mañana no se pueda hacer o haya que hacerlo en condiciones extremadamente difíciles. 


                             



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