domingo, 1 de agosto de 2021

Sobre la Voluntad

Para tener voluntad, una Voluntad Real, un hombre debe primero que nada tener una meta. Pero esta meta u objetivo a lograr debe tener para él una importancia tal, que todas las otras metas de la existencia queden subordinadas a la obtención de dicha meta.

Si relacionamos este concepto de voluntad con la Observación de Sí (acerca de la cual el Trabajo tanto insiste que se haga) tal vez podamos tener una vislumbre de lo que significa esta clase de voluntad.

Supongamos que una persona que está en este Trabajo, comienza a tomar nota escrita, día tras día, de sus estados interiores negativos y de los eventos que los provocan. Si hace su tarea con buen ánimo y con la determinación interior de enfrentar, cueste lo que cueste, el resultado de sus observaciones, no tardará en darse cuenta de su verdadera situación.

Constatará, por ejemplo, cuán fácilmente su felicidad puede ser destruida en un instante por una sola palabra, por un solo gesto de desaprobación, por una sola mirada despectiva o condenatoria.

Comprobará sobre la base de los hechos, que decide hacer una cosa y termina haciendo otra. Que decide ir a un lugar y termina yendo a otro o no yendo a ninguno. Verá que no es la persona libre y dueña de sí misma que creía ser, sino que es un títere tirado de aquí y de allá por los hilos de las circunstancias exteriores o por cosas existentes en él y de las cuales no tenía la más mínima idea de que pudiesen existir.

Verá emocionalmente que no tiene el menor control sobre su situación interna y que esta situación interna sobre la cual no tiene el menor control es, precisamente, la que ha determinado el curso total de los acontecimientos de su vida.

Si es capaz de aceptar esta nueva visión de sí mismo, esto es, de su indefensión, de su impotencia para torcer el rumbo de su existencia y dirigirlo hacia un bien mejor, si es capaz de aceptar que no es otra cosa más que un esclavo de todo cuanto le rodea, no tendrá ya la menor duda acerca de lo que tiene que hacer, esto es, ser libre de todo eso.

Sentirá entonces lo que en esta Enseñanza se denomina una nueva emoción, una emoción inexpresable en palabras, una certeza de que, para lograr ser libre de aquello que ha visto de sí mismo y que ya no quiere más para sí, no podrá utilizar esa voluntad que solo tiene como significado ser el primero, ser el mejor, el más admirado, el más exitoso o el más fuerte.

Ahora bien. Cuando un hombre experimenta esta nueva emoción cierta fusión de pequeñas voluntades antes dispersas comienzan a formarse en él. Esta fusión, esta condensación, es el comienzo de la Voluntad Real.

Esta naciente Buena Voluntad muestra al hombre una nueva meta, una meta que no está relacionada con ¨ser visto por los hombres¨ sino que está relacionada con una total certidumbre de que si no logra alcanzarla, no le queda nada, excepto morir.

Al mismo tiempo, una paz nunca antes experimentada hace su aparición en este hombre. Es la paz interior que se deriva de conocer por fin el propósito de la existencia, de saber adónde va y como ir. Por eso se ha dicho:

¨Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad¨

 

 

 

 

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