domingo, 1 de agosto de 2021

Pensamientos

 

Un hombre no es sólo lo que sabe. 

Es también y muy especialmente, sucomprensión emocional de lo que sabe. Sin esa comprensión, un hombre es sólo un acumulador de conocimiento intelectual sin significado alguno acerca de lo que conoce.

La enseñanza esotérica nunca será popular entre las gentes. Esta enseñanza le dice al hombre que no sabe lo que hace, que no tiene voluntad, que es un inconsciente y que no puede hacer nada. No hay nada más ofensivo para un hombre que le digan esto acerca de sí mismo. Por esto, muy pocos sentirán que hay algo de verdad en lo que ella dice y son precisamente estos pocos, los que podrán, eventualmente, obtener consciencia, voluntad y la capacidad de hacer.

Cuando un hombre se Observa a Sí mismo según la metodología de esta enseñanza, no está observando un verdadero sí mismo, sino el “Sí Mismo” implantado en su mente por la imitación inconsciente, la sugestión y la educación autoritaria. Observará ese falso sí mismo a quien toma como su verdadero sí. Esta es la razón por la cual esta enseñanza insiste tanto en que un hombre observe su falso sí mismo. Sí el hombre poseyera un sí mismo real ¿Para qué pedirle que lo o0bserve? Pero, claro está, serán pocos los que acepten esto, porque nadie quiere separar las ilusiones de los hechos y la Observación del Falso Sí Mismo es el camino de los hechos.

Nuestro sentimiento del mundo depende de nuestro pensamiento del mundo. Según pensamos al mundo, así lo sentimos. Deberíamos saber cómo lo pensamos, pues según esta enseñanza hay una posibilidad de que algunos de nuestros pensamientos del mundo estén completamente equivocados acerca del mundo. Un hombre tiene que saber cómo piensa, porque si no lo sabe, puede estar actuando en la vida de tal manera que su ignorancia acerca de esto acarree para su vida mucho sufrimiento innecesario.

En el lenguaje sintético de los Evangelios, la perdición es la manera mecánicamente adquirida de pensar, sentir y actuar que lleva siempre al sufrimiento inútil. La salvación es adquirir desde sí mismo y por sí mismo una mejor manera de pensar, sentir y actuar. Por eso ha dicho Cristo a sus discípulos más allegados:

  “Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conduce a la perdición y muchos son los que pasan por ella. Vosotros en cambio, buscad la Puerta Estrecha, porque estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la salvación y pocos son los que la hallan”.

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