Si las acciones de nuestro presente son como fueron las de nuestro pasado, nuestras acciones del futuro serán como las acciones de nuestro presente y no habrá cambio alguno al volver en la recurrencia. Si queremos que haya un cambio que retorne con nosotros en la recurrencia, debemos hacer que nuestras acciones del presente sean diferentes a como fueron las acciones de nuestro pasado.
Si queremos cambiar, tenemos que recordar constantemente la necesidad de ese cambio. Cada pequeño cambio que logremos hacer permanente en nosotros, retornará con nosotros en la recurrencia. Si recordamos ahora, recordaremos después, si resistimos ahora, resistiremos después.
Dios es lo superior. La Palabra proviene de lo superior. Quien tiene la Palabra, tiene a Dios. Pero “Tener a Dios”, no es sólo conocer su Palabra, sino también hacerla. Por eso dice Santiago: “Por tus hechos serás evaluado”.
“Amarse a sí mismo”, en el sentido de esta enseñanza, es cambiarse a sí mismo y es también, “Hacer el Bien”, porque quien se cambia a sí mismo en el sentido de esta enseñanza nunca encontrará placer en hacer el mal, esto es, en actuar inconscientemente.
Hay muerte del cuerpo y hay muerte de la posibilidad de la evolución psicológica. Esta última es llamada en la Biblia “La segunda muerte”. Para sufrirla, no es necesario morir físicamente. Sin embargo, son muy pocos los que padecen esta clase de muerte. En el sistema se denominan Hasnamous. Un Hasnamous es una mezcla de Vagabundo y lunático. Esta mezcla transforma a un hombre en un hombre-bestia. Nada peor que esto le puede suceder a un hombre.
En esta enseñanza amar es amar sin identificación, sin identificación con los equivocados puntos de vista que la falsa personalidad tiene acerca de lo que es amar.
La evolución psicológica significa la adquisición gradual de una nueva visión general de todo lo existente.
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